No hay quien esté a gusto en casa con este calor. Una de tres, o nos vamos al pueblo de la sierra a dormir más frescos (el que tenga esta suerte), nos planteamos seriamente poner aire acondicionado o ponemos en práctica estos trucos caseros con los que podemos refrescar la casa... sin gastar de más.
Son alternativas perfectas que nos ayudarán a bajar gradualmente la temperatura que tenemos en casa para que estemos más cómodos, sobre todo cuando llegan esas noches tropicales en los que es muy complicado descansar y conciliar el sueño. ¡Apunta!
Los mejores trucos para bajar la temperatura de casa en verano
Olvídate del aire acondicionado, de las molestias para la salud que trae en ocasiones aparejado un mal uso de este electrodoméstico, así como de ese incremento de la factura de la luz cuando subes un grado de más. Con estos trucos caseros y alternativas naturales es posible refrescar la casa en los días en los que el termómetro no deja de subir. Haz la prueba y compruébalo.
Persianas bajadas por el día y ventilar por la noche
No hay nada como el sol natural entrando por nuestra ventana; pero esto lo dejaremos para los días del otoño en invierno. Un sol que entra en casa de lleno cuando fuera hace calor provoca que en nuestro hogar no dejemos de sudar. Por eso, en estos días las persianas bajadas durante todo el día, además de las cortinas.
Tras un día a oscuras prácticamente en casa, cuando se vaya el sol y llegue la noche (sobre todo si bajan las temperaturas y corre algo de aire fresco) es el momento de abrir de par en par cortinas y ventanas. Tanto esta hora del día como las primeras de la mañana son ideales para ventilar y refrescar la vivienda de una forma sencilla y natural dejando abiertas puertas y ventanas de manera estratégica.
Textiles de verano
Esperemos que el cambio de temporada de tu casa lo hayas hecho hace tiempo y no haya todavía cortinas oscuras y pesadas, alfombras de pelo largo o mantas en el sofá de casa. Eso lo dejamos para los días más crudos del invierno. Cuando el calor aprieta nada como vestir el hogar con tejidos frescos, suaves y livianos que no aporten más temperatura si cabe. Y, en este caso el lino y el algodón son los protagonistas; sobre todo de tonos más claros y luminosos.
Suelo despejado y mojado
Otro truco efectivo para no tener que recurrir al encendido del aire acondicionado es dejar el suelo despejado y sin alfombra alguna. Y si no podemos más del calor que hace en nuestra casa, una idea que surte efecto es tener siempre a mano un cubo de agua bien fría para refrescar el suelo. No solo nos servirá para dejarlo reluciente, sino que al mojarlo (y hacer este gesto varias veces al día) poco a poco se irá refrescando esta parte de la casa.
Uso racional de los electrodomésticos
Buena parte, muy importante, de la factura de casa se la lleva el consumo de electrodomésticos. Aparatos del hogar, como por ejemplo el horno, que además contribuyen a subir la temperatura en el ámbito doméstico. La solución entonces: cocinar una sola vez al día si se puede toda la comida de esa jornada para no estar encendiendo estos electrodomésticos y optar sobre todo por platos fríos (que además hidratarán tu cuerpo cuando sientes tanto calor).
Y cuando termines de usarlos, apaga el electrodoméstico. Limítalos a su uso cuando sea necesario y de esta forma podrás reducir, aparte, tu factura de la luz.
Conviértete en un amante de las plantas
No solo como mero escenario decorativo. ¿Sabías que las plantas naturales sirven para refrescar tu hogar? Hazte con plantas tanto para tu terraza o balcón como para las estancias interiores de casa. Un efecto que sobre todo se multiplicará si elegimos variedades de hoja grande y además las regamos cuando llegue la noche.