Los baños blancos, como las cocinas, son un clásico atemporal que nunca pasan de moda y que funcionan igual de bien, independientemente del estilo y los metros cuadrados. Sin embargo, el otoño nos propone un cambio de look con una propuesta cromática diferente y atrevida, pero que mantiene viva el carácter de estancia relajada y funcional.
En el reportaje ‘Paredes protagonistas’ que puedes leer en el último número de nuestra revista en papel (revista Interiores), que está ahora en el kiosco, te explicamos que azules, verdes y terracota son las grandes tendencias cromáticas en materia de revestimientos cerámicos para la casa. En brillo (muy de moda) o mate, son un aliado perfecto para aportar dinamismo a cualquier espacio, además de favorecer la sensación de elegancia y generar una nota contemporánea.
Una tendencia que se extiende al resto de revestimientos, desde la pintura hasta el papel y que ya lo contaron los interioristas María Acha y Alberto Torres en nuestra web. Descubre qué tienen de especial estas (coloridas) paredes y cómo integrarlas en los baños actuales.
Los tres magníficos

Azules, verdes y terracota son fáciles de integrar en cualquier estilo decorativo
Foto: Equipe Cerámicas
Verdes
Llevan tiempo en nuestra casa, pero este otoño-invierno se cuelan en el cuarto de baño, vistiendo las paredes en sus diferentes tonos. Nos encanta el botella o el bosque, dos must de la temporada. Pero no podemos olvidar el helecho y, por supuesto, el aceituna, un tono de verde más amarillento que nos conecta con la naturaleza y con la época del año, piensa en la caída de las hojas. Eso sí, que no te confunda su aspecto bonachón porque derrocha sofisticación.
Azules
Aunque el más claro sigue teniendo abierta la puerta de casa, y del baño también, lo cierto es que este otoño preferimos los tonos más oscuros e, incluso, los potentes como el royal blue. También nos gustan los tonos más grises, con su personalidad y arrogancia.

Solos o combinados, estos tres tonos tienen mucho que aportar en el baño
Foto: Ganadores
Terracota
Conectado con la naturaleza, logrará un efecto natural y sosegado, donde desconectar después de un día de trabajo. Además, ayudará a subir la temperatura del ambiente. Este color, entre rojo y marrón, posee muchas caras y muchos matices que pueden incluir tonos oscuros o suaves y claros, cercano al melocotón o, incluso, al rosa.
Cómo integrarlos
Aunque es cierto que el baño no teme al color y hay pocas tonalidades (ni siquiera el negro o el rojo) que tengan la puerta cerrada, como puede ocurrir, por ejemplo, en el dormitorio, lo cierto es que para que funcionen y el resultado sea un éxito, es preciso integrarlas bien. Conoce sus secretos de estilo.

Atrevidos y personales, dan un giro a la decoración del baño
Foto: Duravit
Todo al azul
Sabemos que no tiene problemas de adaptación y que este otoño se llevan los tonos fuertes y atrevidos. Por este motivo, no seas tímida y saca todo su potencial. Lo podrás usar para revestir toda la pared, mezclando materiales y texturas, como en esta propuesta, o en únicamente en la zona de la ducha o la bañera.
En función del efecto que quieras lograr y de tu atrevimiento, puedes combinarlos con tonos fuertes y dejar que explote, o aliarte con una base blanca y la contención de la madera. ¡Tú eliges!

El verde tiene la capacidad de conectarnos con la naturaleza y con su calma
Foto: Tikamoon
Verdes: poder natural
La naturaleza se cuela en casa y nosotros le abrimos las puertas de todas las estancias, baño incluido. Si antes hablábamos de la relación perfecta que tienen el color blanco y la madera, el verde sería otra buena pareja para este material natural.
Sin embargo, si buscas un ambiente más atrevido y sofisticado, busca aliados en colores como el berenjena o un marrón chocolate y deja que luzca su cara menos habitual, pero muy estilosa.

Cálido y apetecible sube la temperatura del baño, para que no pases frío
Foto: Jacob Delafon
Terracota: la elegancia se sube por la pared
Quizás el más desconocido de los tres, especialmente en el baño, es también el más sencillo de usar. Si apuestas por tonalidades oscuras, piensa siempre que la luz (preferiblemente natural) lo acompañe, mientras que las claras también la necesitan para no parecer demasiado simples.
Le gusta la madera (¡cómo no!), el blanco y las fibras naturales. Úsalo en pequeñas dosis o a lo grande, como aquí, si te sientes segura. Eso sí, no dejes que te intimide: tú marcas las reglas.