Jonathan Adler, interiorista experto en casas modernas: "El beige es aburrido"

Todo un referente del maximalismo más esplendoroso y glamouroso para vestir de decoración las distintas estancias de la casa. Así es un breve resumen del personal y llamativo trabajo que lleva a cabo el conocido diseñador norteamericano Jonathan Adler, para el que el minimalismo no existe; queda eclipsado por muebles y accesorios con mucho estilo, de diseños arriesgados y con formas y colores divertidos y actuales. Este es el mundo decorativo que imagina este experto en decoración para el que el beige, como dice en una de sus últimas publicaciones en Instagram, "es un tono aburrido".

Unión de colores que resulta elegante y moderna al mismo tiempo

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La diversión, según Jonathan Adler

En el mantra profesional y vital de este diseñador norteamericano que representa el maximalismo en sus más altos límites no hay cabida ni para la discreción ni para los estampados lisos o más neutros; de ahí que haya dicho que colores como el beige son aburridos. Recordemos que es un tono que incluso se puede usar como base para luego añadir, a partir de él, el resto del estilo decorativo y colorativo de una estancia.

Para Jonathan Adler ni con esas. En su caso, prefiere estancias llenas de vida (una tendencia que cada vez se impone más en los hogares) apostando por colores, dibujos, estampados, tejidos y formas que más de uno en un primer momento podría decir que no casan. Sí, lo hacen y además con una maestría como la que tiene este interiorista que integra todos estos elementos como en este salón. Techos altos y curiosas molduras donde el blanco es solo un lienzo que se ha atrevido a adornar con cortinas intensas en amarillo, una inmensa alfombra donde se podría jugar al ajedrez, piezas de diseño de lo más coloridas y muebles con formas orgánicas con cierto gusto entre retro y futurista.

La tendencia de los salones de efecto Wow

No apto para tímidos decorativos. Así son los salones más en tendencia, donde los colores neutros como el blanco o el beige quedan en un segundo plano sacrificado ante el resto de los colores de la paleta cromático; si son vivos y llamativos, mucho mejor. Espacios que devuelven un toque de singularidad, optimismo y personalidad en pro de apostar por el maximalismo como estilo decorativo y donde profesionales como Jonathan Adler se encontrarían cómodos, además de encantados.

Chispas de color que no solo reflejan el estado de ánimo de la persona que reside en estos hogares, sino que en ocasiones sirven para poner de manifiesto el especial diseño que tengan ciertas piezas decorativas o muebles. Quizá sin ese acento de color como telón de fondo no destacarían y no tendrían el protagonismo estético que se busca.

Pocas concesiones a los tonos neutros y sencillos

Aquí no se huye del todo de notas más minimalistas y neutras, sino que sirven de excusa a modo de base cromática para, a partir de estas, desplegar todo un derroche colorido donde no importa mezclar tonos fríos con otros más tenues y hasta más vibrantes. Y es que el contraste está a la orden del día en estos salones que resultan frescos, modernos y atrevidos y donde incluso se da la mano a introducir objetos decorativos más clásicos o formales que comparten espacio escénico con piezas de diseño contemporáneo.

Es en estos salones a todo color y con notas glamourosas, donde los mejores interioristas como el norteamericano Jonathan Adler demuestran que, aunque no lo creas, hay tonos que funcionan bien juntos; eso sí, si se hace con estilo.