La teoría del ‘rojo inesperado’, que ha conquistado las redes sociales hace solo unos meses, ha puesto de manifiesto el poder de un color de acento para transformar por completo la sensación que transmite cualquier espacio. Concretamente, una inyección de rojo, por mínima que sea, aporta dramatismo y volumen instantáneamente a cualquier espacio. El ‘rojo inesperado’ no se trata de concepto de diseño complejo, sino que, simplemente, tiene que ver con usar una pizca de este color como elemento de cohesión decorativo. “Lo que más me atrae de esta tendencia es su capacidad para romper con la monotonía y aportar una chispa de dinamismo y personalidad a los espacios”, dice Blanca Rosa Gutiérrez.

Y si bien el rojo es uno de esos colores que siempre está de moda, en INTERIORES también tenemos muy claro que hay otro color que los interioristas literalmente adoran: el azul. ¿Y qué aporta el azul a la decoración? “El azul claro es un color que, aunque a veces subestimado, tiene un impacto profundo y sutil”, continúa Rodríguez.

Salón decorado con diferentes tonos de azul en muebles y accesorios.

Salón decorado con diferentes tonos de azul en muebles y accesorios.

Foto: Foto: FHE.ES Realización: Paloma Pacheco Turnes Arquitecto: Alfredo Padilla

Sobre la magia del azul claro en la decoración

El azul es un color frío que sirve para dar forma a interiores frescos, elegantes y que, dependiendo del tono que se elija, transmiten también sensación de serenidad. Desde el azul cielo hasta el Klein, pasando por el cobalto o el denim, por ejemplo, la gama es amplísima. En opinión de Blanca Rosa Rodríguez, “uno de los mayores beneficios del azul claro es su capacidad para inducir una sensación de tranquilidad y calma. En un espacio donde se busca promover la relajación, como en una sala de estar o en un dormitorio, un toque de azul claro puede ayudar a crear una atmósfera de confort y calma”.

Cuenco decorativo en color azul.

Cuenco decorativo en color azul.

La arquitecta e interiorista apunta que otro atractivo del azul claro es su versatilidad. “Este tono combina fácilmente con una variedad de otros colores, desde tonos neutros hasta colores más vibrantes. Por ejemplo, un sofá en un azul claro suave puede servir como un punto focal elegante en una habitación, complementado por accesorios en tonos grises, beis o incluso amarillos cálidos. Esta flexibilidad permite que el azul claro se adapte a diferentes estilos decorativos, desde lo clásico hasta lo contemporáneo”.

Para la arquitecta e interiorista Blanca Rosa Gutiérrez, el azul ‘Cielo Claro’ o el ‘Azul Hielo’ son opciones "particularmente atractivas”.

Para la arquitecta e interiorista Blanca Rosa Gutiérrez, el azul ‘Cielo Claro’ o el ‘Azul Hielo’ son opciones "particularmente atractivas”.

Foto: Westwing

Dos tonos de azul que funcionan muy bien

“Creo que el ‘Cielo Claro’ o el ‘Azul Hielo’ son opciones particularmente atractivas”, apunta Gutiérrez, que cree que ambos tonos, que tienden a ser más suaves y menos saturados, “tienen una calidad etérea que realza la ligereza del espacio sin ser abrumadora”. Usados de manera específica, como un sofá o un revestimiento de pared, “estas tonalidades pueden aportar una frescura y una sofisticación sutil que realza la decoración sin dominarla”.

Lo ideal es integrar el rojo a través de elementos y accesorios que permitan experimentar con el color sin abrumar el espacio.

Lo ideal es integrar el rojo a través de elementos y accesorios que permitan experimentar con el color sin abrumar el espacio.

Foto: BD Barcelona

El rojo inesperado: impacto visual y energía

“Por su propia naturaleza, el rojo atrae la atención y despierta emociones. Sin embargo, cuando se utiliza de forma inesperada, su impacto se magnifica. Me encanta cómo el rojo puede transformar un espacio común en algo memorable y audaz, creando puntos focales que capturan la mirada. Es una herramienta poderosa para añadir carácter y vitalidad a cualquier habitación”, según Gutiérrez.

Rosa y rojo, de dos en dos
Foto: Ligne Roset

Cómo usar el ‘rojo inesperado’ en un interior

“Cuando pienso en cómo aplicar la teoría del rojo inesperado en un interior, me inclino por integrarlo a través de elementos y accesorios que permitan experimentar con el color sin abrumar el espacio”, comenta Gutiérrez. Una obra de arte en tonos rojos intensos puede servir “como un punto focal impactante en una pared en tonos neutros. Además, optar por una pieza de mobiliario en rojo, como una butaca o una lámpara, puede ser una excelente manera de introducir el color sin necesidad de rediseñar completamente el espacio”.

Comedor en rojo y negro

Cuadro de la artista balinesa Naka. Mesa Clay, de Marc Krusin para Desalto. Lámpara La Bohemia, obra de Joan Gaspar para Marset. Butacas The Jazz, de Pedrali. Escultura de Roger Coll, en Galería Rubén Torres.

Foto: Foto: Jordi Folch Realización: Mar Gausachs

Rojo inesperado: una tendencia emocionante y flexible

Para la arquitecta e interiorista, en áreas como la cocina o el baño, el rojo puede ser introducido a través de accesorios como utensilios, toallas o incluso una pared de acento. “Lo que más aprecio de la teoría del rojo inesperado es su flexibilidad y potencial para ser personalizado: desde un acento sutil hasta una declaración audaz, el rojo inesperado ofrece un rango de posibilidades que puede ser ajustado para encajar con cualquier estilo de diseño. En resumen, la teoría del rojo inesperado es una tendencia emocionante que permite explorar nuevas dimensiones en la decoración interior”.