Ganar zona de almacenaje en el baño es clave para que el orden dure. Sobre todo, con las prisas de la mañana. Pero que no cunda el pánico, porque existen muchas maneras de conseguirlo, sean cuales sean las dimensiones de la estancia. Una de ellas, la más clásica de todas, pasa por instalar un bajolavabo. Las tendencias del momento apuestan por los modelos suspendidos y por los que están abiertos total o parcialmente.
Pero no es la única opción. Columnas, baldas de cristal, armarios con frente de espejo, bancadas, elementos de obra –como las hornacinas–, módulos altos que suelen colocarse encima de la cisterna del inodoro y funcionales accesorios –como toalleros, ganchos, carritos auxiliares con ruedas, cajas y cestas de fibras vegetales– también ayudan a que todo ocupe su lugar. Sin olvidarse de propuestas mucho más recientes, como los estantes integrados en la mampara, las griferías de ducha, que también son prácticas repisas para el gel y el champú, ni de los radiadores toallero, que incluyen baldas en su composición, por ejemplo.