El estudio de interiorismo Laura Martínez fue el encargado de dar vida a la reforma parcial de este piso ubicado en Barcelona y donde las máximas para el cambio era lograr una vivienda familiar que resultase más funcional, cómoda, acogedora, atemporal y elegante. Y se ha logrado, como se puede ver en las fotos comparando el antes y el después.
El estilo nórdico ha dejado su huella en esta casa que ahora hace gala de una atmósfera relajante y luminosa en su diseño y su apuesta estética. Una casa que se viste y se renueva con tonos neutros, naturales y claros que son los que precisamente logran esa serenidad, esa atemporalidad y esa armonía que se buscaba. Eso no quita con que haya algunos pequeños toques en negro, pero se combinan sabiamente con las texturas, las plantas naturales y la ausencia de adornos excesivos y superfluos.
Aparte de lo que se ve a simple vista en cuanto a decoración y diseño, en la reforma de esta vivienda de la ciudad condal se ha procedido a la sustitución del parquet envejecido y oscuro que había antes por uno nuevo laminado, en un tono muy claro y con un formato de lama más grande de lo normal. Junto a él destaca el blanco lacado destaca de los nuevos rodapiés y puertas de paso, donde se han priorizado puertas tipo corredera, porque permiten optimizar mejor el espacio. Se completa este nuevo escenario con una nueva propuesta lumínica, mucho más eficiente, que ha requerido la instalación de falsos techos.
En todas las estancias destaca el mobiliario diseñado a medida, que lleva el inconfundible sello de los proyectos realizados por Laura Martínez, en lacado color blanco y combinado siempre con roble natural.