Pon una planta (o varias) en tu casa y habrás conseguido atrapar algo de naturaleza en casa, grandes dosis de calidez, un toque de belleza y, por supuesto, muchos beneficios para la salud. Eso sí, cada temporada, requiere unas especies determinadas, capaces de sobrevivir tanto a la calefacción y al frío, como al aire acondicionado y al calor. 

Como el otoño está a la vuelta de la esquina, hemos seleccionado para ti no solo las mejores plantas de interior para esta temporada, sino también aquellas que apenas necesitan cuidados y que sobrevivirán este otoño-invierno aunque no les hagas caso mucho caso. 

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Monstera:
Cathy Nordström

Monstera: belleza y resistencia

La costilla de Adán no necesita presentación, ya que es fácilmente identificable por sus grandes hojas agujereadas. Estrella de Instagram, con permiso del ficus (su competidor más directo), apenas necesita cuidados para acaparar, por belleza y tamaño, todas las miradas.

Aunque le gusta la luz, se adapta bien a estancias poco luminosas y precisa un riego moderado, evitando el encharcamiento de sus raíces. Como se trata de una especie tropical, la calefacción puede pasarle factura. Para evitarlo, recurre a un pulverizador e, incluso, a un abono hidratante específico. 

Areca:
B&M

Areca: la elegancia personificada

Muy elegante,  la areca, además, te ayudará a dar un toque salvaje a cualquier rincón, que hará que te olvides de la lluvia, el frío y la nieve.

Aunque te imaginas que necesita luz, mucha luz, no es así, ya que puede vivir en semisombra sin afectar a su crecimiento. Estamos ante una palmera tropical y friolera, por lo que su temperatura ideal está entre 18 y 25ºC.

La humedad sigue siendo su talón de Aquiles. Con un riego moderado en esta época, necesita una humedad ambiental elevada. Por eso, ten cerca un humidificador o pulveriza sus hojas a menudo. El truco de la monstera también vale para ella. 

Poto:
Quick-Step

Poto: belleza en las alturas

Todoterreno y fácil de cuidar, el poto tiene todo para sobrevivir el otoño y el invierno y llegar a la primavera en plena forma. Es la mejor opción para aquellas personas que nunca han tenido plantas en casa.

Ideal en un macetero colgante o en lo alto de un mueble, para estar bien solo necesita mucha luz, indirecta, eso sí, y riegos moderados. Recuerda que ante la duda, mejor que esté unos días secos que encharcar sus raíces. 

Violeta africana:
Unsplash

Violeta africana: un toque de color en otoño

Es una de esas plantas que todas recordamos en casa de nuestras abuelas o nuestras madres, y no precisamente por su tamaño. Perfecta para dar un toque de color a tu casa durante los meses más fríos, lo bueno de la violeta africana es que podemos disfrutar de sus flores los 12 meses. 

Les gusta la luz y su temperatura ideal (y la de tu salón) está entre los 17 y los 21ºC. A la hora de regarla, lo ideal es hacerlo y tras esperar unas horas retirar el exceso de agua que haya podido quedar en el plato. 

Espatifilo:
Ivyline

Espatifilo: bueno para ti y para tu casa

Se trata de una planta purificadora, por lo que no solo pondrá una nota de color en tus estancias, gracias a sus flores, sino que, además, limpia el aire. 

Fácil de cuidar y con muchas posibilidades de sobrevivir a todo, incluso poca luz natural, adora la humedad y prefiere una temperatura estable, sin cambios bruscos, de alrededor de 15ºC. 

Cyclamen:
Manuel Torres García en Unsplash

Ciclamen: con flor en otoño... ¡e invierno!

Si te gustan las plantas con flor o quieres dar una pincelada de color a tus estancias, el ciclamen es tu mejor opción, ya que presenta la particularidad de florecer entre los meses de octubre y mayo

Colócalo en un rincón luminoso, pero sin sol directo, y lo más alejado que puedas del radiador. Riégalo una vez a la semana, mejor por inmersión. Procura no mojar sus flores ni sus hojas. 

Hiedra:
Fronda

Hiedra: una colgante sin problemas de adaptación

Verla nos hace pensar en fachadas cubiertas de ella, trepando hasta el tejado. Por eso, en casa nos rendimos a este encanto natural y la ponemos colgando en un rincón o en lo alto de un mueble. 

Fácil de mantener, le gusta vivir en la sombra y apenas necesita agua, por lo que es una buena opción para principiantes, para olvidadizos o para los que viajan mucho y apenas están en casa. 

Sanseviera:
Ivyline

Sanseviera: la superviviente

Estamos ante una de las especies más resistentes (la conocen como la indestructible) y también más decorativas.

Para que esté en plena forma solo necesita que la coloques en un lugar luminoso, sin sol directo, pero incluso en sombra, será capaz de vivir (de ahí su apodo). De la misma manera que, aunque prefiere una temperatura baja (15ºC) tampoco morirá porque haya algún grado más.