El acierto en la pared del dormitorio de Sonsoles Ónega: un objeto que añade estilo, luminosidad y sensación de amplitud

Cada tarde vemos de lunes a viernes desde las 19.00 horas a Sonsoles Ónega en su directo donde presenta una ventana a la actualidad comentando con sus colaboradores qué ha ocurrido esa jornada o de qué se está hablando en la semana. La veterana periodista y escritora cambió ya hace tiempo la información política por este tipo de magazines más informales y que la mantienen más conectada y cercana con la audiencia. La misma que también la sigue en sus redes sociales y descubre parcelas de la intimidad que la periodista vive de puertas para dentro en su casa de las afueras de Madrid.

Una vivienda a la que hemos echado un vistazo en varias ocasiones y donde hoy nos detenemos en una parcela más privada e íntima de la misma; su dormitorio. Es aquí donde nos hemos fijado en un detalle decorativo que, desde una de las paredes del espacio, añade sensación de amplitud, luminosidad y estilo elegante al resto del cuarto. Y ese elemento no es otro que un espejo de tamaño XL.

Un reflejo de estilo

De todos es sabido que colocar un espejo en casa va más allá de una mera función de coquetería para dar un repaso cuando uno se está arreglando. Los espejos tienen que mucho decir a nivel de fuerza estética, ya que además de decorar con estilo y elegancia (sobre todo si aparece recogido con un marco de plata con detalle envejecido como es el caso), ayudan a que la estancia sume unos cuantos niveles en cuanto a luminosidad y amplitud.

Seguramente esa es la idea que tenía en mente Sonsoles Ónega al decantarse por este accesorio para colocarlo horizontalmente (y no verticalmente, como vemos en muchas ocasiones) a lo largo de una de las paredes que da al lado derecho de su cama según se mira de frente. Un elemento que crea un juego de reflejos y luces y que en este espacio en concreto se integra dentro de un estilo decorativo calmado, minimalista, con presencia de toques de madera y con ciertas notas nórdicas (con influencia nipona) en el mobiliario escogido.

Cuestión de gusto en las paredes

Ya hemos adivinado en varias publicaciones compartidas en sus redes sociales que a la periodista madrileña le gusta la decoración y tiene su hogar familiar vestido con elegancia, mimo y prestando atención a los detalles. Así, si en el dormitorio una pared en blanco luce mucho más con este espejo con marco plateado, en el caso del comedor anexo a su cocina, la elección estética se ha ido a un papel pintado de motivo atemporal.

Elegancia, pellizco clásico y estampado que siempre triunfa (las rayas) para añadir personalidad de arriba a abajo a esta pared que refugia la zona del office donde Sonsoles y sus hijos desayunan, comen y cenan de una manera más informal en su día a día mirando al jardín. De nuevo, en este escenario el tono blanco y calmado preside el diseño interior de esta zona de la casa, solo roto por los suaves tonos cromáticos que recorren verticalmente la pared como son el azul (para las líneas más gruesas) y un sutil beige para las más delgadas.

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