El bueno gusto es algo innato a las francesas, tanto en el vestir como en el comer o en la decoración de sus hogares. En este último punto, cuando llegan los meses de buen tiempo, nuestras vecinas disfrutan adornando y vistiendo las terrazas y jardines de su hogar. Y no solo con muebles, sino con algunas de sus plantas preferidas y que se han convertido en sus favoritas de todo el abanico de colores naturales.
1. Lavanda
Las francesas tienen una relación de lo más especial con esta planta que es una de las más aromáticas por excelencia y que hace que todo rincón donde se coloque gane un olor de lo más delicado (además de la preciosa imagen de una planta con un color tan rotundo y apreciado). Una belleza natural y un perfume irresistible que encandila a las parisinas y no solo por estos motivos, sino por el origen de esta preciosa planta que hace que un espacio exterior (aunque esté en mitad de la ciudad) huela a verano, a naturaleza y a alegría.
Este arbusto silvestre de carácter rústico florece hasta en las zonas rocosas y a pleno sol (lo que da una pista sobre lo sencillo de su cuidado) y tiene su origen precisamente en Francia (en la región de los Alpes, Vaucluse y Dròme), además de otros países. Es más, hasta el siglo XIX, la lavanda se recogía de forma tradicional y se destilaba en el país vecino gracias a la tradición perfumera de Francia. Es por eso, que es una planta que nunca falta adornando las terrazas francesas más chics.
2. Geranios
Pese a que pensemos que los geranios pueden tener un origen mediterráneo o español (no hay terraza donde no haya decenas de macetas de esta planta con sus vivos colores), la base de esta flor tan resistente está en Sudáfrica, donde se pueden encontrar más de 250 especies silvestres de geranios. Un destino a miles de kilómetros de territorio francés pero que, sin embargo, enamora a las francesas más cool cuando de decorar sus jardines se trata.
Y es que esta planta se fue extendiendo gracias a los comerciantes holandeses hasta llegar a ser una de las plantas favoritas de la nobleza y realeza europea, también la francesa, en el siglo XVIII. Y es que no había invernadero o jardín de las familias más adineradas de Francia que no tuviera geranios. Es más, en la zona del sur de sur de Francia, el geranio fue todo un motor económico de lo más importante a mediados del siglo XIX gracias de nuevo a la potente industria del perfume de la que los franceses hacen gala.
3. Delfinios
No es casualidad que esta flor tan bonita y desconocida para muchos a partes iguales esté en la escenografía de los desfiles de una de la casa de moda más importantes del mundo como es la francesa Dior. Desde entonces es objeto de deseo de todas las francesas más estilosas que tienen la suerte de tener un jardín o un balcón como oasis urbano y quieren que esta flor complemente la decoración de este espacio.
Conocida con el sugerente nombre de la "Espuela de caballero", esta especie vegetal es reconocible por su forma de copa con pequeñas flores con forma de estrella con pocos pétalos. Sí, lo has adivinado; parece la trompa de los delfines. Una planta preciosa que es todo un must en el sur de Francia (el origen de esta planta está cerca del Mediterráneo) donde hay muchas horas de sol que hacen que las flores florezcan en verano para alegrar terrazas de lo más floridas.
4. Rosas
La flor por excelencia, sobre todo en su clásico y elegante tono rojo tan del gusto de las francesas con más estilo. No en vano, ese tono es uno de los característicos del estilo a la hora de vestir de las oriundas de este país (curiosamente la bandera nacional también tiene este mismo color). Además, las rosas rojas simbolizan la pasión y el amor y la ciudad que concentra esta esencia en todo el mundo no es otra que París; que es puro romanticismo.
Originariamente, esta especie floral nació en Asia, pero durante siglos se fue extendiendo y mezclando con otras especies nativas silvestres de Europa y América. De ahí proviene la clásica flor que vemos en las terrazas de media Francia no solo en su color emblemático, sino también en rosa, blanco, amarillo, naranja y hasta azul para las más atrevidas y menos convencionales.
5. Tulipanes
Y la última de las plantas con flor que adoran al otro lado de los Pirineos para dar un aire de lo más colorido, fresco y alegre a las terrazas y jardines en los meses de primavera y verano es el tulipán. Una flor mundialmente conocida y que erróneamente se cree que nació en Holanda; pero no, su origen está en los montes de Mongolia. También es una sorpresa de donde viene el nombre y es que hace mención a los turbantes turcos conocidos como "thoulypen".
Y una curiosidad más, y por esto es una de las flores favoritas de las francesas: ya no hace falta que te vayas hasta alguna ciudad holandesa para disfrutar de todo un espectáculo natural con miles de tulipanes de colores. En la Provenza francesa tienes la misma magia multicolor. Todo un reclamo para la vista que no se pierden los franceses.