De origen, un piso pequeño. Pero, además, anticuado y mal iluminado. Los propietarios buscaban un hogar práctico y sin pretensiones, y el potencial lumínico - gracias a las grandes ventanas - y la localización fueron definitorios para tomar la decisión. La vivienda requería de una reforma integral y por eso se pusieron en manos de la interiorista Montse Morales, fundadora del estudio Directora Creativa.
52 metros cuadrados han sido suficientes para alojar un salón - comedor, una cocina independiente y un dormitorio con baño. Además, a pesar de los pocos metros, el piso también cuenta con una zona de despacho y un recibidor con todo lo necesario. Aprovechar el espacio ha sido el eje principal de la reforma y el estudio Directora Creativa lo ha conseguido de forma precisa e ingeniosa.
A nivel distributivo no ha habido grandes cambios, pero la nueva cocina se conecta parcialmente con el comedor y el salón gracias a una pared de cristal con marcos de madera blanca en forma de L.
En cuanto a la decoración, y con el objetivo principal de potenciar la luz natural que entra por las ventanas ubicadas en cada estancia, y es que se trata de un piso que da completamente al exterior. ¿Cómo lo han conseguido? Siguiendo el lema ‘menos es más’, apostando por una paleta cromática blanca y añadiendo pequeñas notas de color en muebles y accesorios.
Sin lugar a dudas, una transformación radical, con un resultado inmejorable, tanto a nivel estético como a nivel práctico. Un despacho escondido, puertas con doble función y la calidez por bandera. ¿Quieres ver el cambio? ¡No te pierdas este Antes y Después!