La reforma de la cocina es el momento perfecto para plantearse la mejor organización del espacio. Esa que resulte confortable y funcional, que acorte los desplazamientos de los usuarios, que rentabilice los metros y que permita tener la suficiente capacidad de almacenaje. 

 

Distribución cocina

Proyecto de Lital Ophir + Ilana Bronfen + Amir Navon + Chen Navon

Foto: FOTO: Gidon Levin

 

PREGUNTAS CLAVE ANTES DE REFORMAR UNA COCINA

Por eso, antes de ponerse manos a la obra, toca hacerse algunas preguntas básicas que resultarán de gran ayuda a la hora de conseguir el resultado deseado.
 

  1. PREFERENCIAS: Por ejemplo, cuáles son las prioridades personales, qué estilo se quiere para esta estancia, cuántas veces al día o a la semana se cocina, con qué frecuencia se va a la compra, si está previsto que la familia se amplíe en unos años... Y es que para que el proyecto sea un éxito debe adaptarse a los diferentes ritmos de vida y a las necesidades, gustos y perspectivas de cada uno. 
  2. TIPOS DE MUEBLES: Se sabrá así si vale la pena equipar la cocina con muebles hasta el techo, si es mejor prescindir de módulos altos instalando en su lugar unas ligeras baldas, si en vez de por un frigorífico combi es preferible decantarse por un completo side by side o si merece la pena elegir un horno con microondas o uno que también cocine al vapor, entre otros aspectos. 
  3. UBICACIÓN VENTANAS Y PUERTAS: A partir de ahí, toca adaptarse al espacio existente. La ubicación de las ventanas resulta decisiva, así como la de los pilares y los retranqueos del muro, mientras que, llegado el caso, las bajantes y las puertas de acceso a la estancia pueden modificarse durante la reforma en caso de ser necesario. 
  4. ¿COCINA ABIERTA? Del mismo modo es el momento de preguntarse si hace falta tirar algún tabique, ya sea para ganar más metros útiles o bien para abrir la estancia al resto de zonas de día de la vivienda. 
  5. DISTRIBUCIÓN PURA Y DURA: Una vez valorados estos puntos, es decir, cómo ha de ser la cocina después de la reforma y cuál es el punto de partida en cuanto al espacio, sólo queda decidir la mejor distribución en cada caso: con isla, con península, en L, en U, en línea o en paralelo.

 

Distribución cocinas

Cocina abierta al salón con isla central y distribución en L; diseñada por la interiorista Ariadna Ahmad

Foto: Mikhail Loskutov

 

¿POR DÓNDE EMPEZAR?
 

  • ANÁLISIS DEL ESPACIO Es el punto de partida: determinar si los metros seguirán siendo los mismos o bien se ganarán más a costa de alguna estancia anexa: lavadero, pasillo, etc. 
     
  • ESTUDIO DE LA PLANTA Llega entonces el momento de tomar las medidas reales de la planta, detallando la ubicación de puertas, ventanas, bajantes, posibles pilares y tomas eléctricas. CUESTIÓN
     
  • DE ESTILO Otro punto básico: saber si se prefiere una cocina minimalista, industrial, ‘vintage’... Tenerlo claro permitirá acertar con el equipamiento. 
     
  • ¿QUÉ USO SE LE VA A DAR A LA COCINA? Saber si sólo la utilizará una persona que come fuera cada día o una familia de cuatro personas es una buena manera de acertar y de tener claro lo que puede hacer falta: office, fregadero más amplio, etc.

 

 

Cocina distribución

Cocina abierta en forma de L diseñada por la interiorista María Odena

Foto: Mercè Gost

MEDIDAS BÁSICAS EN UNA COCINA 
 

  • MUEBLES DE COCINA Por lo general, la profundidad de los armarios inferiores va de los 60 a los 70 cm, mientras que la de los superiores ha de ser unos 20 cm menor. Además, los primeros se suelen colocar a unos 90 cm del suelo y, en cocinas distribuidas en paralelo o con frentes de armarios situados uno frente al otro, hay que dejar más de 120 cm de separación, lo que permitirá abrir las puertas de ambos módulos sin que estas choquen entre sí. 
     
  • ZONAS DE AGUAS Y COCCIÓN Lo ideal es que entre ellas queden, al menos, 60 cm libres para cocinar de forma segura. Una distancia que en las cocinas muy pequeñas puede reducirse hasta los 45 cm. Igualmente, a cada lado de ambas zonas se recomienda dejar unos 50 cm despejados para depositar los alimentos que se vayan a cocinar, los platos para lavar... 
     
  • CAMPANAS Los modelos de pared y los de isla deben quedar entre 60 y 70 cm de la placa de cocción, y los aparatos que se empotran en el techo, a una distancia de entre 140 y 160 cm. 

 

TIPOS DE COCINAS SEGÚN SU DISTRIBUCIÓN

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CON ISLA
Lourdes Martínez Nieto Arquitectura y Diseño

CON ISLA

¿Quién no ha soñado alguna vez con tener una isla en su cocina? Está claro que no todos podemos tenerla, aunque también lo es que gracias a sus diferentes tamaños muchos de estos sueños se pueden hacer realidad.

1. ¿En qué espacios encaja perfectamente? En ambientes amplios y, preferiblemente, de planta cuadrada o rectangular, pero también en aquellos que se abren al resto de zonas de día de la vivienda.

2. ¿Cuáles son sus principales ventajas? La más destacada es que ofrecen mucho espacio para guardar y una superficie extra de trabajo. Pero sus virtudes no acaban aquí, pues también pueden albergar un office, al tiempo que ordenan los recorridos a su alrededor.

3. ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta? Que pueden integrar la zona de aguas y/o la de cocción. En este último caso hay que instalar una campana de isla o bien decantarse por un modelo de techo –que se accionan con mando a distancia–, por uno de superficie –suben y bajan dependiendo de si se están utilizando o no– o, lo más nuevo, por una placa de inducción que dispone al mismo tiempo de extractor.

Cocina con península
Mercè Gost Interiorismo: MariaODENA Studio

CON PENÍNSULA

Alargadas y anchas tendrán que ser también las cocinas para poder optar por una distribución con península. Una solución que, como en el caso de las islas, resulta de lo más completa y cómoda. Y es que no sólo multiplica la capacidad de almacenaje del ambiente –especialmente si está equipada con armarios por los dos lados–, sino que posee un espíritu camaleónico que le permite actuar como pasaplatos, como comedor de diario y como separador de la cocina propiamente dicha del resto de ambientes en los que se integra. Lo más nuevo está en poder jugar con su ubicación y colocarse donde se desee, tanto en uno de los extremos del mobiliario como en el centro del mismo.

Cocina distribución forma de L
Batte Interiorismo

DISTRIBUCIÓN EN L

Es, sin duda, la distribución más habitual. Pero no sólo eso. Y es que se adapta por igual a todo tipo de espacios, ocupen los metros que ocupen y sean como sean. Por otro lado, se distingue por dibujar una gran L. Es decir, por presentar dos frentes perpendiculares, lo que deja un espacio central para colocar una mesa exenta que haga las veces de zona de office.

También es una de las más cómodas a la hora de realizar las tareas cotidianas, ya que minimiza los desplazamientos. Sin olvidar que cuenta con una amplia encimera y con bastante espacio para guardar. Algo que resulta especialmente destacado si se escoge un armario rinconero.

Siempre que sea posible se recomienda colocar la zona de despensa y el frigorífico en el lado más corto de la L, junto con la columna del horno y el microondas. Así queda el otro frente para trabajar.

 

MOBALPA

COCINAS EN U

Según los expertos, ésta es, sin duda, la distribución ideal, ya que facilita los recorridos entre las diferentes áreas: aguas, cocción y almacenaje. Una disposición de los elementos clásica y convencional, en la que los muebles y los electrodomésticos se adosan en tres de las paredes.

Sus ventajas son también de lo más destacadas: favorece que dos personas estén trabajando al mismo tiempo, ofrece mucho espacio de encimera y numerosos armarios, y rentabiliza al máximo los metros.

Carla Capdevila Interiorismo: Directora Creativa

DOS FRENTES PARALELOS

Es la distribución más adecuada en cocinas de planta tipo tubo y que tienen puertas de acceso enfrentadas. Y también es perfecta para instalar un office en uno de sus extremos, preferiblemente al lado de una entrada de luz natural.

¿Algunos trucos prácticos para equipar estas cocinas? Para evitar que el ambiente se vea demasiado recargado se recomienda dejar uno de los frentes de armarios sin módulos superiores.

Del mismo modo, lo ideal es apostar por tonos claros y por muebles lisos y sin tiradores. Respecto a la mejor disposición de los elementos, algunos expertos aconsejan agrupar la zona de aguas y la de cocción en un mismo frente, reservando el delantero para el almacenaje, mientras que otros apuestan por colocarlas enfrentadas por motivos de seguridad.

Una cocina atípica de mármol
Foto: Sergey Ananiev Estilismo: Milena Morozova

EN LÍNEA

Por último, está la distribución que agrupa todo el equipamiento de cocina en un mismo frente. Muy indicada en cocinas realmente estrechas –las que miden menos de 2 metros de ancho– y en las abiertas al salón comedor, una excelente solución pasa por colocar el fregadero en medio, entre la zona de almacenaje y el área de cocción, ya que así se reducirán los desplazamientos.

Si el ambiente es realmente pequeño una opción efectiva pasa por prescindir de armarios altos para que el conjunto no se vea demasiado recargado. Aunque para no perder capacidad de almacenaje también se pueden elegir módulos con puertas de cristal o, lo más nuevo, armarios abiertos. En ambos casos se puede instalar una luz puntual en su interior, lo que añadirá calidez al ambiente.

¿QUÉ ES EL TRIÁNGULO DE TRABAJO?

A la hora de hablar de la distribución en la cocina es inevitable referirse a él. ¿En qué consiste exactamente? A nivel técnico se trata de una línea imaginaria de movimientos que une las tres zonas fundamentales de la estancia: almacenamiento, aguas y cocción. En cuanto a su finalidad, no es otra que asegurar que sea un ambiente cómodo y práctico para los usuarios, ya que la línea que se crea entre estos tres puntos es básica para acortar los recorridos en todos los casos. Según los expertos, para que realmente funcione lo ideal es que cada lado del triángulo de trabajo no mida menos de 120 cm ni más de 270 cm. Y muy importante: no puede haber ningún elemento que lo obstaculice.