LÁMPARAS INDUSTRIALES DE IKEA
A pesar de que se trata de la casa de un personaje público y aún y haber sido diseñado y decorado por profesionales de renombre a nivel nacional, la casa de Isabel Jiménez también abraza la funcionalidad y accesibilidad propia de marcas populares como IKEA. Y prueba de ello es una lámpara de estilo industrial, de color gris oscuro, que adorna la mesa del comedor en pareja, demostrando que el estilo y la funcionalidad pueden coexistir en cualquier espacio.
El modelo HEKTAR es un clásico del gigante sueco, así como lo es la lámpara de fibras naturales que posa en la cocina, SINNERLIG- sobre estas líneas, en la parte derecha de la foto podemos apreciarla-. Tiene una medida de 47 cm y está a la venta por 69,99€.
EL COMEDOR DE ISABEL JIMÉNEZ AL DETALLE
Aunque las lamparas de IKEA nos encanten, el verdadero protagonismo de la estancia se lo lleva el cuadro abstracto en tonos verdes y amarillos que cuelga en la pared frontal. Es el encargado de añadir la nota cromática vibrante, ya que tanto el mobiliario como los accesorios decorativos que adornan la mesa lucen una paleta cromática muy neutra, en blanco, negro y tono madera.
A pesar de la sencillez de esta luminaria, el contraste que genera su estética industrial, con la naturalidad de la mesa y las sillas, y la modernidad del cuadro, crean un ambiente armonioso y lleno de personalidad. Y es que cualquier elemento, en su correcto contexto, puede convertirse en una estrella.
La mesa del comedor era de los propietarios y las sillas han sido adquiridas en Westwing. La escultura blanca es de Maite Carranza, los jarrones de Tristán Domecq Casa y el ya mencionado cuadro de Emeca , en ArtFull Services.
CONSEJO PRO: Colocar una obra de arte muy llamativa que capte nuestra atención de forma inminente, es un recurso muy ingenioso para desviar la vista de elementos funcionales como radiadores.
COLGAR DOS LÁMPARAS, UN ACIERTO
Aunque normalmente solemos instalar un único punto de luz sobre la mesa del comedor, no siempre es la opción más práctica o estética, y es que hay ocasiones donde colgar dos lámparas o incluso múltiples es un acierto total, sobre todo cuando se trata de mesas rectangulares y alargadas, pensadas para 6 u 8 personas.
Esta disposición proporciona una iluminación más uniforme entre todos los comensales, ya que reduce las sombras. Además, desde el punto de vista decorativo, dos lámparas complementan mejor la mesa, creando una simetría mucho más armoniosa a la vista. Si, por el contrario, escogemos una única lámpara, crearemos una especie de forma triangular o piramidal, mucho menos relajante dada su desproporcionalidad. Más allá, si quieres un comedor lleno de personalidad, combinar diferentes pantallas puede crear un efecto sorprendente y muy original.