Habitual en las casas de los setenta y ochenta, o más propia de un piso-piloto, la idea de decorar el salón con un conjunto de sofá, butacas y mesa de centro a juego es cómoda, pero desde luego muy poco sugerente. “Los espacios están en constante evolución, adaptándose a los cambios en los hábitos y necesidades de las personas. En el salón, la distribución tradicional de sofá, butacas y mesa de centro ya no es la norma. Este cambio responde a una transformación en la manera en la que usamos los espacios y a la diversificación de actividades que se desarrollan en ellos”, dice la interiorista Mireia Torruella, del estudio Júlia Brunet. Otro de los interioristas consultados: Erico Navazo, es rotundo en su respuesta. “A mí me gusta la mezcla no basada en una norma. La decoración de un salón con muebles a juego es para gente perezosa y con miedo. En la mezcla está el riesgo y el éxito”.
En cualquier caso, y respetando la simetría, los interioristas recomiendan mezclar tamaños y jugar con los acabados para buscar algo personalizado. Si el salón es amplio, se puede optar por un par de butacas y un sofá grande entre los que se deje bastante espacio. Si escasean los metros cuadrados, el clásico ‘menos es más’ suele funcionar para decorar salones.
Antes de comprar un conjunto a juego barato y con poca personalidad, renuncia a las butacas y la mesa y apuéstalo todo, por ejemplo, a un sofá bonito en L. Tampoco tengas miedo en mezclar alguna pieza nueva con algo que ya tengas en casa. En alguna ocasión, te hemos contado que el interiorismo tiene que ver con los recuerdos, con sentirnos a gusto. Por eso, las piezas vintage con una historia detrás siempre funcionan al decorar el salón.
Busca soluciones flexibles y cómodas para espacios en los que el confort es fundamental
Ciertamente, los hábitos familiares han cambiado significativamente. Como apunta Torruella, ya no es tan común que toda la familia se siente junta a ver la televisión. "Los salones se han adaptado para ser más personalizados, promoviendo el confort individual. Los chaise longue y los sofás modulares son populares porque permiten configurar el espacio según las actividades: relajarse, leer, o incluso trabajar. Además, la idea de tener más de una mesa, como mesas auxiliares o nidos, responde a la necesidad de practicidad y multifuncionalidad, al igual que el uso de muebles más ligeros y móviles".
Torruella busca adaptarse en cada proyecto a lo que el espacio y el cliente necesita, dejando de lado modas o tendencias. "Las soluciones deben ser flexibles, permitir configuraciones personalizables y, sobre todo, ofrecer comodidad. Incorporar elementos modulares, muebles que puedan cumplir varias funciones y piezas que inviten al movimiento dentro del espacio es la manera de alinearse con esta evolución".
Confort, equilibrio y versatilidad: tres claves para elegir el mobiliario de un salón moderno
Sobre cómo combinar el mobiliario para decorar el salón de un piso; es buena idea jugar con tamaños y estampados. Navazo cree que "no hay una fórmula para crear un espacio bonito y con personalidad". En su caso, asegura que se guía por intuición y que cuida “la proporción de los elementos y el confort a la hora de disfrutar el espacio”.
La arquitecta Lidia Molina cree que en el salón moderno "debe tener variedad de formas, texturas y estampados para generar un ambiente más dinámico y personal". Para la experta, esta es la manera de crear un salón único que refleje la personalidad y necesidades del cliente. "Se puede optar por piezas que compartan tonalidades o un estilo común, pero hay que dejar espacio para mezclar y sorprender. La clave está en combinar elementos que se complementen entre sí sin perder la armonía del conjunto".
Para Torruella es importante “mantener la simetría trabajando con dos butacas, dos pufs o dos sillas-lounge iguales y jugando con la mezcla de materiales”. Una combinación que le gusta constaría de “sillas de piel y el sofá de un tejido distinto para aportar contraste sin perder cohesión”. Además, apunta que si el espacio lo permite, se puede crear “una composición más rica, colocando dos sillones en un lado, dos taburetes en el otro y el sofá en el medio; todo en forma de U para generar equilibrio y versatilidad”.