Cuando a un estudio se le plantea el proyecto de una vivienda para una persona con movilidad reducida, ha de tener en cuenta todas las cuestiones relativas a la accesibilidad. Pero si, además, resulta que la casa solo tiene 43 metros cuadrados y que la propietaria vive con su hija, el desafío que se añade en cuanto al aprovechamiento del espacio, es importante.

Y esta es la petición que se encontró la interiorista Edyta Luszczyn con relación a una vivienda ubicada en la céntrica calle Churruca de Madrid que debía reformarse completamente para convertirse en un hogar cómodo y viable, especialmente, para su propietaria, usuaria de silla de ruedas. Y un hogar que no quería renunciar al diseño, pese a que se utiliza básicamente los fines de semana y vacaciones.

En el recibidor, se colocó una práctica consola de madera y se amplió el acceso a la zona de día para garantizar la plena accesibilidad de la propietaria.

En el recibidor, se colocó una práctica consola de madera y se amplió el acceso a la zona de día para garantizar la plena accesibilidad de la propietaria.

Foto: Carla Capdevila Estudio: Edyta Diseño de Interiores

A falta de luz natural, colores y materiales claros

Situado en una primera planta interior, el piso de poco más de 40 metros cuadrados consta de un recibidor, un salón-comedor con la cocina integrada, dos dormitorios y un baño. La primera propuesta sobre plano se centró "en ampliar las entradas al salón, a los dormitorios y al baño para garantizar una movilidad sin obstáculos", comenta la fundadora del Estudio Edyta Diseño de Interiores.

Para maximizar la luz natural, se instalaron unas venecianas de madera blanca que permiten regular su entrada de manera óptima.

Para maximizar la luz natural, se instalaron unas venecianas de madera blanca que permiten regular su entrada de manera óptima.

Foto: Carla Capdevila Estudio: Edyta Diseño de Interiores

Otra de las propuestas que se tuvieron claras desde el principio es la paleta cromática. Dado que se trata de un interior, no recibe mucha luz natural, con lo cual, hubo que optar por una paleta de tonos claros con toques de verde suave y azul, además de cálidos detalles en roble, presentes en el suelo y en algunos muebles.

Los textiles, como el lino del sofá, las cortinas y los cojines, añaden un toque de confort y frescura, creando un espacio acogedor y coqueto en pleno centro de Madrid.

Los textiles, como el lino del sofá, las cortinas y los cojines, añaden un toque de confort y frescura, creando un espacio acogedor y coqueto en pleno centro de Madrid.

Foto: Carla Capdevila Estudio: Edyta Diseño de Interiores

La zona de día agrupa en un mismo espacio diáfano los ambientes del salón, comedor y cocina, definidos claramente para que cada uno tenga su espacio propio. La cocina fue diseñada para aprovechar al máximo el espacio, con gran capacidad de almacenamiento, y está equipada con todo lo necesario, e incluso tiene termo de agua oculto.

Las molduras son de Orac Decor y la ropa de cama, de Zara Home, juega con los mismos tonos azules suave de la pared para crear una envolvente armoniosa y relajante.

Las molduras son de Orac Decor y la ropa de cama, de Zara Home, juega con los mismos tonos azules suave de la pared para crear una envolvente armoniosa y relajante.

Foto: Carla Capdevila Estudio: Edyta Diseño de Interiores

Dormitorios pequeños con soluciones decorativas y funcionales

En el dormitorio principal, el protagonismo se lo lleva la pared del cabecero, por su color, en un suave tono azul, combinado con unas molduras muy decorativas, que aportan profundidad y serenidad al espacio. Toda la carpintería se hizo a medida, optimizando cada centímetro disponible para armarios, lo que facilitó crear una estancia funcional y bien organizada.

El aprovechamiento del dormitorio de la hija fue tal, que hasta se pudo incorporar un pequeño tocador, "cumpliendo así el deseo de la pequeña", explica la interiorista.

El aprovechamiento del dormitorio de la hija fue tal, que hasta se pudo incorporar un pequeño tocador, "cumpliendo así el deseo de la pequeña", explica la interiorista.

Foto: Carla Capdevila Estudio: Edyta Diseño de Interiores

El dormitorio de la hija fue un auténtico reto para la interiorista, ya que por su escasa superficie, no se podía colocar una cama convencional. ¿Y cómo se solucionó teniendo en cuenta la necesidad de esta pieza indispensable? Lo primero que se hizo fue retroceder las puertas de entrada y luego se diseñó un mueble multifuncional que incluye una cama abatible y el escritorio en la misma pieza.

En el frente del lavabo se colocó un papel pintado en un suave azul, y el mueble de la pequeña encimera es de roble natural, una combinación que se repite en todo el piso.

En el frente del lavabo se colocó un papel pintado en un suave azul, y el mueble de la pequeña encimera es de roble natural, una combinación que se repite en todo el piso.

Foto: Carla Capdevila Estudio: Edyta Diseño de Interiores

Aunque, sin duda, el mayor desafío con el que se encontró Edyta fue con el baño de la vivienda, y no solo por su escaso tamaño, sino por las propias limitaciones de un edificio antiguo que no permitía grandes modificaciones en las bajantes. Se tuvo que ampliar la puerta de acceso y, además, se optó por una corredera, y también se redujo la zona del lavabo.

"Madre e hija necesitaban un espacio funcional que se adaptara a sus necesidades, sin renunciar al diseño" _ Edyta Diseño de Interiores