En 2025, los pasillos han evolucionado de simples zonas de paso a espacios con personalidad propia dentro del hogar, convirtiéndose en una extensión de su carácter y un elemento fundamental para conectar diferentes ambientes. Esta tendencia, que rompe con la visión tradicional de estos espacios, los transforma en protagonistas dentro del diseño de interiores. En este contexto, Abel Pérez, al frente de ÀBAG Studio, ha sabido interpretar y reflejar perfectamente esta nueva filosofía. Su último trabajo, una reforma integral en una vivienda histórica en el Passeig de Gràcia de Barcelona, es el ejemplo ideal de cómo el diseño contemporáneo puede revalorizar los elementos arquitectónicos originales sin perder su esencia.

El proyecto, que abarca 160 metros cuadrados de historia y modernidad, destaca por la integración armónica de ambos estilos. En este contexto, el pasillo, tradicionalmente considerado una simple zona de tránsito, adquiere un papel central. Con una distribución que pone en valor las molduras decorativas, los arcos modernistas y el suelo hidráulico original, se convierte en un hilo conductor que conecta todos los espacios de la vivienda de manera fluida y elegante. Este pasillo no solo conecta, sino que establece el tono para toda la casa, funcionando como un elemento visual clave en la narrativa del hogar.

Pasillo molduras blancas y madera
Foto: Nini Cortadellas @lamira.tv

Pasillos con identidad: las claves del arquitecto Abel Pérez

En este proyecto, Abel Pérez ha logrado preservar las características originales de la vivienda, otorgándoles nueva vida. Los arcos modernistas, que antes podrían haberse considerado simples detalles decorativos, ahora sirven como base para crear profundidad visual, ampliando y unificando el pasillo. Con una iluminación cuidadosamente estudiada, la alfombra de cerámica hidráulica y las molduras que realzan la estructura original, el experto ha conseguido crear un ambiente único. Cada elemento se integra en una composición global donde nada está fuera de lugar, y todo contribuye a una atmósfera sofisticada y acogedora. Nos lo cuenta en esta entrevista.

¿Qué es lo primero que pensaste al ver el pasillo?

El pasillo tenía mucho potencial, pero su configuración original lo hacía parecer más estrecho y desaprovechado. La secuencia de arcos modernistas nos pareció un elemento clave y muy interesante, así que decidimos resaltarlos para potenciar la profundidad y la continuidad visual. El objetivo era devolverle protagonismo dentro de la vivienda.

Cocina y salón en casa con madera, azulejos y columnas
Foto: Nini Cortadellas @lamira.tv

¿Cuál es el error más común al diseñar y decorar un pasillo?

El error más habitual es tratarlo solo como un espacio de circulación y no como una estancia más con identidad propia. Un pasillo bien diseñado no solo conecta estancias, sino que también contribuye a la narrativa del espacio. Es clave integrar materiales e iluminación que lo conviertan en un espacio con el mismo nivel de detalle que el resto del hogar.

¿Qué elementos han sido clave para renovar este espacio y que parezca más amplio y luminoso?

La iluminación jugó un papel esencial, combinamos luz puntual e indirecta para acentuar la percepción del espacio. Además, se enfatizó la estructura del pasillo para realzar su carácter histórico sin alterar la armonía general del diseño.

chimenea, espejo, molduras y butaca
Foto: Nini Cortadellas @lamira.tv

En la decoración de las paredes has elegido molduras y no cuadros o espejos. ¿Es por algún motivo en concreto?

Las molduras ayudan a realzar el carácter modernista de la finca sin recargar el espacio. Funcionan como una textura de fondo que aporta profundidad sin competir con otros elementos arquitectónicos. Además, permiten que piezas clave del proyecto, como la chimenea al final del pasillo, mantengan su protagonismo dentro de la composición visual.