Encimera, isla, zona de cocción, muebles de almacenaje… todos estos son solo algunos de los elementos más recurrentes en la cocina. Sin todos ellos, este espacio no tendría razón de ser y su practicidad caería en vano. Sin embargo, el interiorista Raúl Martins, nos desvela una pieza que hasta ahora no solemos ver en una estancia de estas características, y que puede tener una gran funcionalidad: el espejo.
En esta cocina de un piso de Bruselas (Bélgica), de finales siglo XVIII, vemos como el interiorista ha introducido un par de espejos en la pared del salpicadero. Aunque nos resulte sorprendente su presencia en el ambiente, cumplen con un objetivo muy claro. "Los espejos son un recurso para multiplicar la luz y reflejar la vista en los balcones que están justo enfrente. Además, como esta casa es muy alta, juegan con la verticalidad gracias a su proporción", dice Raúl Martins.
Espejos en la cocina: un recurso con ventajas
Como bien sabemos, un espejo siempre da la sensación de amplitud a una estancia. Aunque no sea una pieza común en una cocina, no va mal introducir unos ejemplares para que el espacio luzca más extenso y se vea mejor distribuido. Tal y como comenta Raúl Martins, en esta casa belga, los ha incorporado justo en la pared de la encimera, con un marco blanco que va a juego con el color neutro de las paredes y del mobiliario. El hecho de que sean largos y verticales ha sido clave para optar por ellos.
"Los espejos son siempre tendencia", comenta Raúl, por lo que apostar por este tipo de piezas da un toque atemporal en la cocina. "Son de metal blanco con una forma sinuosa, para dar movimiento y hacer un contrapunto", sigue el interiorista. Y es que los muebles y detalles que juegan con la geometría los podemos ver muy presentes esta temporada. Otorgan dinamismo y un aire más contemporáneo.
Un aspecto que nos ha resultado llamativo, es que en la zona donde están ubicados los espejos, solemos encontrar muebles altos de almacenaje. Ante la presencia de un único ejemplar, el interiorista argumenta que, "la casa cuenta con una zona de despensa, por lo que no era necesario sobrecargar de muebles esta zona. Eso permite aligerar visualmente la composición de la cocina y ornamentar las paredes".
Otro elemento que el interiorista no quiso pasar por alto fue poner detalles clásicos típicos de las cocinas, como los azulejos. "Es un mosaico de Hisbalit nacarado, que hace un contraste intencionado con la encimera de gran formato de Dekton mate, manteniendo el mismo tono", dice Martins. Además, el hecho que se encuentren cubiertos por una lámina blanca justo en la zona de cocción, hace que no se estropeen con facilidad.
Más espejos en la cocina
En esta cocina, no faltan los espejos. Justo encima de una de las zonas de paso, encontramos un gran espejo redondo. Tiene un marco dorado y con motivos circulares, que dan un toque atrevido a la estancia. Es una buena idea de continuar con la intención de potenciar la proporcionalidad de la verticalidad y no dejar ni un rincón suelto. De este modo, en la parte más alta también se puede promover la luz, tal y como pretende el interiorista con los otros ejemplares.
También podemos encontrar un office blanco y unas sillas tapizadas, que hacen cierto contraste con el color neutro del resto de mobiliario. En esta parte, se puede comprobar como los electrodomésticos están integrados en los muebles, razón por la que se ahorra mucho espacio. El toque más artístico, lo aporta el cuadro que reina al fondo.